ChatGPT cambia las reglas del juego: y sí, impacta en Mendoza (o al menos, debería hacerlo)

El divulgador científico y escritor Esteban Tablón se mete de cabeza en desburrarnos en torno al ChatGPT, que, afirma, "cambia las reglas del juego".

Esteban Tablón

Se ha escrito, hecho videos, noticias -más o menos acertadas o erróneas- de sobra. Quizás podemos asumir que todos más o menos tienen una idea de qué se trata. Pero vale un resumen.

Después de una intensa y fragorosa carrera, que transcurrió por senderos, autopistas y galaxias totalmente fuera del conocimiento y siquiera la imaginación de la mayoría de los mortales, finalmente OpenAI dio a luz ChatGPT (solo un poquito antes de Bard, la criatura que Google expuso al mundo aún sin terminar). La primera Inteligencia Artificial de la historia digna de ese nombre. No salió por el lado de la robótica, dos campos muy distintos frecuentemente confundidos en el concepto popular, ni por la temida, y abundantemente representada en sci-fi inteligencia "consciente" de sí misma. Obvio, ni cerca de ello.

Es una inteligencia artificial generativa. Detalles en otro artículo, que no es ésta la finalidad del presente.

El Alfonsín que gobierna en Mendoza y otros errores del ChatGPT

El tema importante, y urgente además, es que sí ha sido una singularidad, con los cambios de paradigma que ello implica, y su impacto es infinitamente mayor por haber venido de donde ningún análisis de estado público lo esperaba.

Créame: todo cambió, lo sepa usted o no, lo note o no, o peor, ya sea que la use (sin saberlo) o, más probablemente, sólo vea los ejemplos de trucos de circo que aparecen en las noticias.

Dilema de la comunicación, y jurando solemnemente que por esta, quizás última vez, no le voy a preguntar qué y cómo hacer a este nuevo Marduk (no vanamente padre de Nabu, dios tutelar de la escritura), he de elegir si cuento todo el cuento, o voy a lo que va a impactar mañana en nuestra realidad cotidiana.

Elijo lo segundo, pensando en la segunda parte del título del presente apunte. Todo cambió, se lo digo en serio. 

Hagámoslo simple: mire, nuestra vida cotidiana se ve constantemente influenciada, determinada incluso, por la toma de decisiones. Ya propias, ya de terceros cercanos, ya de un gobierno, ya vaya a saber de qué poder, empresa gigantesca, o empresario millonario más o menos excéntrico. A poco que lo piense, seguramente me dará la razón en este punto básico.

Ahora bien según se ha estudiado larga y sesudamente en Teoría de la Decisión, el insumo para la toma de toda decisión es la información de que dispone quien decide, en el momento en el que decide. En otras palabras, citando a la academia: "La información confiable es crucial para el proceso de toma de decisiones estratégicas y operativas, siendo éstas más certeras cuando están basadas en fuentes de información que ayudan a reducir la incertidumbre y el riesgo".

¿Ya lo va viendo? Acaba de aparecer, al cobijo de cantidad de tecnologías que venían convergiendo por años, una entidad que, por ahora digamos "cambia" el acceso, la naturaleza, y el alcance de la información disponible para todo el mundo. Piense un momento en el proceso. Internet, módems telefónicos, accesos de banda ancha por cable, telefonía celular y su extensión a los datos, fibra óptica a la puerta de su casa, 5G para su teléfono, que creció en capacidades algo así como que hoy es 63.488 veces más potente que el computador del Apolo XI y tiene un millón de veces más memoria.

Y aparece ChatGPT.

Armado. Probado. Que contesta sobre casi todo, pero no sólo el estéril y mecánico inventario de todo lo publicado (lo que googleábamos), sino información sopesada, correlacionada, armada en estructuras lógicas. Ejemplos miles, pero a mi me gustó cuando le pregunté como hacía para construir mi propia casa. Así, simple. La respuesta incluyó todos los aspectos de funcionalidad, diseño, reglamentarios, financieros, profesionales, instalaciones varias, precauciones para cubrirme de estafas y, vea esto, y un consejo motivacional previo para evitar la frustración, ya que se tratará de un proceso largo y con altibajos...

Activando herramientas complementarias y sabiéndolo usar, genera planes de logística de eficiencia máxima y costos minimizados, planes comerciales, estrategias óptimas de administración del tráfico en una ciudad, y una variedad de cosas realmente sorprendente.

Impresionante, ¿no? El único rincón, el único "punto ciego" por ahora, y posiblemente lo será permanentemente, es la información que de sí misma tengan las personas, las organizaciones, las comunidades, los gobiernos. Entre los próximos avances importantes de ChatGPT, sus inevitables competidores, y la cantidad de herramientas asociadas o complementarias que ya están apareciendo, y crecerán a su influencia, será la integración de los muy potentes análisis de la IA con la información propia, específica, sólo conocida por cada usuario, empresa u organización. Éste será una de las habilidades y competencias más valiosas en el futuro cercano. Esto completará un ecosistema económico y social totalmente nuevo, que traerá importantes cambios y enormes oportunidades de acceder a nuevos roles, niveles de excelencia y, en última instancia, desarrollo económico.

Para algunos, es anecdótico, otros marcan "pero también se equivoca". Creo que erran el análisis.

Insisto en hacérsela simple: El mundo de la información cambió, lo que inevitablemente cambia el mundo de la toma de decisiones. Es inobjetable. De individuos a comunidades, a empresas, a provincias, a países, quien toma las mejores decisiones, gana. Vive mejor, sus miembros gozan de mejores condiciones para sus hijos, para sus carreras, para su desarrollo.

A partir de ahora, nuestras organizaciones, nuestras empresas, nuestros gobiernos deberían estar desarrollando sus estrategias, esta vez no sólo para el clásico y defensivo "adaptarse o morir", o máximo mantener el status quo, sino para adaptarse, adelantar y tomar ventaja, mejorando en todos los ámbitos posibles. Un nuevo recurso, un punto de singularidad, un cambio de paradigma. Casi eufemismos para describir algo que pasó.

El desafío es -cuándo no- aprender. Y aprender rápido, a usarlo bien. Y he de admitir que, aun estando en el ramo, no es tan simple como dicen lograr un buen uso... Pero ¿Y si esta vez estudiamos, nos capacitamos, lo aplicamos estratégicamente y damos un paso adelante, en lugar de tratar de no retroceder más?

No sé, de alguna manera depende de todos nosotros, pero de algunos más que de otros.

ChatGPT cambia las reglas del juego.

Y sí, impacta en nosotros, y en nuestras organizaciones, y en Mendoza (para bien o para mal).

EL AUTOR. Esteban Tablón. El autor es especialista en proyectos de modelación de datos, actual responsable del proyecto Inteligencia Artificial de la Bodega Rutini. Ejerce también como columnista en temas de ciencia y tecnología en LN+ y otros medios

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