La teoría liberal va por un lado y la práctica vuelve a ser heterodoxa

El economista Carlos Ponce analizó la situación de algunos mercados y explicó que el gobierno está aplicando el control de precios de forma heterodoxa para poder acomodar algunos precios.

Tras el escándalo de las prepagas, el gobierno tomó la decisión de emitir una resolución en donde obligaba a las empresas a retrotraer los aumentos realizados en el último trimestre y comenzó la investigación por una posible cartelización en los servicios de medicina prepaga. El economista Carlos Ponce habló con Gabriel Conte, Evangelina Argüello y Hernán Bitar en "Tenés que saberlo", por Radio Jornada 91.9, y explicó el panorama.

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"Veo a Caputo distinto, se ha convertido en una especie de Robin Hood moderno, que actúa en defensa de la clase media, protegiéndonos de los monopolios. Lo veo mejor, liberal pero no boludo", señaló Ponce.

A raíz del conflicto de las prepagas, el economista señaló que la situación comenzó antes con la intervención en la importación de alimentos para que bajen los precios y la no homologación de paritarias por encima de la inflación: "Milei, antes de ser presidente o dos meses atrás, hubiese dicho que jamás intervendría en la formación de un precio. Acá intervino. El caso más notorio, que tiene un componente económico y otro político, es el de las prepagas", explicó.

El presidente de Plataforma Digital explicó que los economistas piensan en un modelo ideal de competencia perfecta, en donde muchas empresas ofrecen un servicio y compiten con productos mejores y más baratos y la demanda puede entrar y salir y de elegir entre muchos productos, pero que el mercado de la salud no funciona así: "El mercado de la salud no tiene ese formato, no tanto por las prepagas, sino por el lado de la demanda. Los consumidores no tenemos la libertad de entrar o salir a consumir el producto llamado servicio de salud. Cambiarte de una obra social o de una prepaga es un trastorno enorme y cuando no es casi imposible", resaltó.

Frente a esto, explicó que hay una serie de problemas que hace que en el mercado no haya competencia y que a veces sos rehén de una empresa de medicina prepaga: "Creo que nunca tuvo que ser desregulado. Es un error desregular un mercado en donde no puede haber nunca competencia. Ahí actuó Caputo, con un componente político diciendo que era una guerra contra la clase media, y encontraron un artículo en la Ley de Defensa de la Competencia que le permite actuar si hay un daño inminente, cuando hay indicios de que puede haber una cartelización", marcó.

Lejano a la ortodoxia liberal, Ponce señala que la medida puede llegar a ser un beneficio para las personas, que podrían ver una disminución en su factura, y para el gobierno, que podría sacar un rédito político, aunque no se solucionó el problema de fondo: "No vaya a ser que después no puedan demostrar que hay un cártel, que pierdan, no fallen a favor y se arme un lío jurídico gigantesco, no se como van a hacer para desarmar todo el embrollo que se ha armado".

Ponce también explicó que el ministro ha tomado estas decisiones para poder tener un control sobre algunos mercados que no se han acomodado: "Este Caputo heterodoxo está yendo a actuar sobre la formación de precios, como el más puro estilo kirchnerista. Con otros nombres, con otros modales o los mismos, pero en este caso termina siendo positivo. De parte del gobierno ha resultado algo bueno, ahora vienen los aumentos de tarifas y se iba a poner densa la situación".

Sobre estas medidas heterodoxas, Ponce señaló que eran "necesarias" porque se estaba afectando la parte ortodoxa del plan: no emitir para financiar el tesoro y no tener déficit fiscal. "Con todo este ruido y mercados que no funcionaban, se le estaba complicando un poco más".

Ponce trazó un paralelismo con lo sucedido en 1991 con la convertibilidad, que también demoró un tiempo en estabilizarse: "Empezó con un acomodamiento de precios exagerados y terminó con un dólar baratísimo, todos sabían que al final Argentina tenía que devaluar. Este gobierno está intentando que no le pase lo mismo, porque está el riesgo que el dólar oficial y los dólares financieros los empecemos a percibir baratos y si eso es así, vamos a estar frente a un problema serio".

Frente a esto, explicó que en caso de que se empiecen a percibir los dólares baratos, pueden haber reclamos de parte de diferentes sectores: "De hecho, hay algunos sectores que están diciendo que estamos caros en dólares, no podemos competir, nos cuesta importar. Está empezando a surgir con el dólar financiero a 1000 esa incertidumbre que, si no paran el proceso inflacionario rápido, en seis meses va a ser una queja generalizada de todos los sectores", concluyó. 

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