Cómo se desarrollan dos transiciones muy diferentes: San Juan y San Luis

Ayer se produjo el primer encuentro de Uñac con Orrego, su sucesor. En San Luis, Poggi denuncia que "quieren crear una guarida, un gobierno paralelo" y convocan a una marcha para el lunes.

El peronismo perdió el control de dos provincias que manejaba tradicionalmente, más una que la otra: San Juan y San Luis. En territorio puntano nunca desde 1983 gobernó alguien que no fuera apellidado Rodríguez Saá o contara con su aval, como fue el caso de Claudio Poggi -que volverá al poder- cuando era su delfín. Ahora representa a la oposición de Juntos por el Cambio, a la que se sumó.

San Juan ha tenido intermitencias, como cuando gobernó el Partido Bloquista de la familia Bravo, o Cruzada Renovadora con la Alianza, de la familia Avelín.

Ayer el gobernador sanjuanino Sergio Uñac y su sucesor a partir del 10 de diciembre, Marcelo Orrego, tuvieron su primera reunión formal y dada a conocer de forma pública, a 24 días de la elección que definió al nuevo titular del Ejecutivo y a 137 días del traspaso de mando. El encuentro duró unos 45 minutos, en el que tocaron "temas trascendentales", aunque no trascendió su contenido, a la vez que fuentes oficiales resaltaron que quedaron en mantener un "diálogo permanente" de cara la transición.

En sus redes sociales, Uñac destacó que "analizamos la realidad provincial y fijamos algunos lineamientos para trabajar en conjunto de aquí al 10 de diciembre. Asumí el compromiso de asegurar una transición ordenada como merecen los sanjuaninos. Este proceso comenzó y seguirá con reuniones de nuestros equipos técnicos. Garantizar un traspaso ordenado es signo de madurez democrática". A su vez, Orrego publicó que se reunió con el actual mandatario "para coordinar el plan de transición gubernamental en el que trabajaremos junto a nuestros equipos. Confío en que este camino será transitado con responsabilidad y siempre poniendo primero el bienestar de San Juan y nuestra gente".

Descalabro en San Luis: "un gobierno paralelo"

En San Luis en tanto, podría decirse, sin exagerar, que está todo mal. Por pedido de Alberto Rodríguez Saá, la Legislatura puntana decidió la creación de 53 cargos de funcionarios de 800 mil pesos para atornillar allí a estamentos dirigenciales de 40 años de peronismo en el poder.

De hecho, Cambia San Luis convocó a una movilización para el próximo lunes a las 17 en la intersección de avenidas Illia y San Martín de San Luis, para reclamar que se de marcha atrás en la medida.


El futuro gobernador, Claudio Poggi, declaró que "lejos de iniciar una transición institucionalmente ordenada, responsable, transparente, cuidando a los sanluiseños, el actual gobernador Rodríguez Saá, asumió una actitud destructiva, tomando medidas disparatadas, aprovechándose de su mayoría legislativa con medidas que van en contra de una transición en paz".

Advirtió que están acciones del Gobierno "perjudican sustancialmente a los sanluiseños, que mayoritariamente votaron un cambio".

Ejemplificó con la sanción de la ley que se produjo este miércoles en la Cámara Baja de San Luis donde "se pretende crear una especie de Gobierno paralelo, una especie de guarida o aguantadero de sus funcionarios políticos actuales, más allá desde diciembre".

"Es una ley que cuadruplica los cargos de funcionarios políticos tan solo en la Legislatura provincial. Es multiplicar por cuatro cargos de un millón de pesos", dijo.

En este sentido, se refirió a los datos de pobreza infantil de  San Luis y cuestionó: "¿cómo vamos a admitir que cuadrupliquen los cargos políticos de la Legislatura como guarida de su funcionario?".

"Es una bofetada al pueblo de la provincia en el marco de una transición. La verdad que cada semana que pasa durante esta transición la gente no reflexiona, no entra en razón hacer una lucha legislativa constante, estaremos haciendo bien visible el tema ante la opinión pública", subrayó.

Poggi marcó la gravedad de la situación porque "le genera un gran daño, porque son una parte de las medidas destructivas, licitaciones públicas que hay que hacer en el mandato, habilitación a contratar punteros políticos y gobiernos públicos además de estos cargos políticos".

"Me he sentado, hemos hecho todos los intentos de buena fe, la actitud del otro lado es exactamente contraria. Yo ni aspiro a que el próximo 10 de diciembre me entreguen los atributos y me cambien el mandato, aspiro a que no le genere más daño a San Luis", expresó.

El gobernador electo, dijo que en este momento es "donde más tenemos que cuidarlos, sobre todo en una tragedia social que estamos viviendo".

"Pensemos en la gente. No estamos pensando en uno y en otro, o si me da el bastón de mando el 10 de diciembre o no me lo da, casi que pasó a segundo plano para mí. A mí lo que me interesa es que no genere más daño y que el presupuesto que va a elevar ahora a la Legislatura dentro de un mes es el que voy a tener que ejecutar en nuestra administración", concluyó.

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