El Estado conmemoró desde Cultura una fecha de la iconografía chavista

El Estado asumió como "una fecha histórica" desde el Ministerio de Cultura el acto en contra de unirse al Tratado de Libre Comercio con Estados Unidos (ALCA) ocurrido en Mar del Plata hace 15 años, organizado por Luis D'Elía.

El Estado utilizó los recursos del Ministerio de Cultura de la Nación para conmemorar la denominada "Cumbre de los Pueblos" realizada en Mar del Plata entre el 1 al 4 de noviembre de 2005. Fue cuando Hugo Chávez bramó: "ALCA, ALCA, al carajo" ante la presencia del presidente estadounidense George Bush en Buenos Aires.

En esta conmemoración de los 15 años de aquel evento en donde se rechazó la incorporación al Tratado de Libre Comercio con Estados Unidos (ALCA) de los países sudamericanos, se exaltó sin miramientos el pensamiento de un sector político identificado con el chavismo y se repudió cualquier posibilidad de disenso con esa idea.

La Secretaría de Gestión Cultural, a través de la Dirección Nacional de Diversidad y Cultura Comunitaria, organizó un diálogo virtual con la participación del ministro de Cultura de la Nación, Tristán Bauer, Evo Morales Ayma, expresidente del Estado Plurinacional de Bolivia; Luis Ángel D'Elía, presidente de la Federación Tierra, Vivienda y Hábitat (FTV), y uno de los organizadores de la Cumbre de los Pueblos, y Stella Calloni, periodista especialista en política internacional, escritora y corresponsal en la Cumbres de los Pueblos. 

Además, se comparteron testimonios de María Fernanda Raverta, Directora Ejecutiva de ANSES, Hebe de Bonafini, presidenta de la Asociación Madres de Plaza de Mayo, y Teresa Parodi. Moderó la mesa la periodista Agustina Díaz.

Rechazo

Casi en soledad, el diputado nacional de Juntos por el Cambio Fernando Iglesias respondió a la ola de mensaje en torno a la fecha que surgieron desde el oficialismo nacional. "A 15 años del #NoAlAlca, México exporta automóviles a los Estados Unidos y el mundo, mientras que las exportaciones de Brasil y Argentina se reprimarizaron. Pero sarasafirulete y soberanía nacional y ñañañá. Dato, no opinión", escribió en Twitter, su habitual arma de ataque y defensa: 

Para ver el acto virtual organizado por el Estado, hacer clic en la imagen de abajo

El Ministerio de Cultura plasmó un relato en torno a aquella fecha y de tal modo exaltó el pensamiento del partido gobernante en torno al tema como posición oficial del Estado.

"Un 5 de noviembre de hace 15 años se producía un hito en la historia de la integración regional: la derrota diplomática del Tratado de Área de Libre Comercio de las Américas (ALCA), impulsada por los presidentes Néstor Kirchner (Argentina), Luiz Inácio Lula da Silva (Brasil), Hugo Chávez (Venezuela), Nicanor Duarte Frutos (Paraguay) y Tabaré Vázquez (Uruguay). Todos se negaron a implementar el proyecto propuesto por el gobierno de los Estados Unidos que proponía la creación de un mercado para la libre competencia, desde Alaska a Tierra del Fuego, con la eliminación de barreras arancelarias y la liberalización de servicios. Liderado por el presidente de Estados Unidos George W. Bush, significaba la libre competencia entre los principales monopolios y fuerzas económicas dominantes en el mercado", describió en la convocatoria al encuentro virtual concretado ayer.

De tal modo, el Estado reprodujo el mensaje que en forma monolítica sostuvieron en las redes sociales solamente los partidarios del Frente de Todos.

Agregó el Ministerio de Cultura: "Se trató de un momento histórico para la soberanía de Latinoamérica ya que, en el marco de la IV Cumbre de las Américas, por primera vez los principales líderes políticos de la región lograron imponerse a la consolidación del poder económico de las grandes transnacionales y de las élites dominantes". 

El dirigente piquetero Luis D'Elía fue ensalzado como uno de los fundadores de la "Patria Grande" y a la hora de dejar plasmado el hecho partidario como "un suceso nacional", Cultura argumentó: "Néstor Kirchner, Luiz Inácio Lula da Silva y Hugo Chávez fueron los grandes conductores del rechazo al ALCA, entendiendo que la consolidación de ese acuerdo implicaba una amenaza para la capacidad de los Estados Latinoamericanos de poner en práctica políticas que reactiven la economía local, promuevan el desarrollo económico y la integración social. Además de haber identificado la necesidad de la integración regional, desde sus políticas públicas se veía en ellos una búsqueda del fortalecimiento de los mecanismos de participación popular, las industrias nacionales, la puesta en valor de la cultura local y una visión crítica del neoliberalismo, del cual buscaban apartarse. Defendían un modelo basado en la integración regional entre iguales, y en defensa de la autonomía política, económica y cultural de los pueblos".

En las redes, se agitó de la siguiente manera una adhesión sectorial a la fecha:

Una página agregada por el Gobierno a la historia de toda la Argentina

En el texto de la conmemoración organizada por el Ministerio de Cultura de la Nación, se incorporó un texto que exalta aquel hecho, que es el siguiente:

Fue un evento sin precedentes en Argentina y en la región para expresar, con el grito de "Fuera Bush", la voluntad popular que rechazaba la intervención del gobierno de Estados Unidos. La manifestación puso en escena el coraje y la convicción de las y los argentinos, que reconocían en la figura de Bush un amenaza contra sus derechos soberanos, en respuesta a la demostración de fuerza del despliegue del operativo táctico de la marina norteamericana, que acompañaba la llegada de su presidente, junto con la operación mediática de los grandes canales de televisión, augurando violencia y destrozos.

Del 1 al 4 de noviembre de 2005 salió a las calle una sociedad consciente de lo que sería el ALCA para sus vidas: dirigentes políticos y sociales, organizaciones sociales, sindicales, campesinas, estudiantiles, culturales y de derechos humanos llegaron a Mar del Plata en caravana y a través del tren blanco, que había salido desde Buenos Aires.

La llamada contracumbre contó con la producción del diputado de la Asamblea Nacional del Poder Popular de Cuba, el cantante Silvio Rodríguez, la logística del dirigente social Luis D´Elía, y culminó en un gran acto en el Estadio Mundialista de Mar del Plata con Hugo Chávez como orador central. El entonces presidente de Venezuela invitó a decir algunas palabras a Hebe de Bonafini (Asociación Madres de Plaza de Mayo), a Diego Maradona y al por entonces candidato a presidente de Bolivia, Evo Morales Ayma, y cerró la jornada con la emblemática frase: "ALCA, alca, al carajo!"

Visibilizar lo nuestro

La expresión artística anti-imperialista, que acompañó a estos líderes políticos en el rechazo al ALCA, fue un factor determinante de la victoria. Los eventos del "NO al ALCA" y sus performances sentaron una nueva etapa de empoderamiento para los y las activistas que desde sus prácticas artísticas se manifestaron políticamente en el espacio público.

El "No al Alca" fue un grito de soberanía y recuperación de la autoestima de una Patria Grande que volvía a escuchar el corazón de su tierra y no los dictámenes culturales importados por las élites locales de los grandes centros financieros del mundo.

Dio un sentido de dignidad a las juventudes que se reencontraban con la política de la mano de líderes que volvían a tener el color, el sentir y el decir de su pueblo. El cambio cultural y moral que los trabajadores reclamaban luego de décadas gobernadas a imagen y semejanza de las políticas de mercado del consenso de Washington.

Las decisiones que allí se tomaron dieron lugar en América Latina a un cambio de paradigma, el de la unidad en la diversidad. Sólo se necesitaba que en la cumbre sus presidentes representaran los intereses de sus pueblos.

El pueblo en las calles y cinco presidentes enterraron el ALCA, marcando el comienzo de una nueva era para la Patria Grande.

El 15° aniversario del rechazo al ALCA nos encuentra transitando un contexto de incertidumbre en el marco de una pandemia global. En esta coyuntura se vuelve indispensable recordar la decisión estratégica de los líderes políticos que motorizaron este hito histórico. Un modelo de construcción política basado en la integración regional, el respeto a la voluntad y soberanía de los pueblos, se presenta como la guía necesaria para la reconstrucción latinoamericana hacia el futuro.

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