Por la falta de dólares y las trabas a la importación, sumado al aumento de precio por las heladas en las zonas cafeteras, el desayuno argentino corre peligro.
Cayó tres pesos y opera en $208 para la compra y en $211 para la venta en la City porteña. Está por debajo de los valores máximos que marcó antes del anuncio del acuerdo con el FMI.