Apenas levantaron cabeza, en el peronismo pelean por la intermediación ante Massa

El peronismo mendocino está contento por primera vez en mucho tiempo. Han ganado a nivel nacional y mejorado su performance en Mendoza. Ahora tienen trabajo por delante: ver quién es Massa aquí y abrir el juego a otras fuerzas con la mirada puesta en el 19 de noviembre.

El peronismo mendocino tomó una bocanada grande de oxígeno este domingo en toda Mendoza, gracias al voto por Massa o contra Milei, como se lo quiera ver, que los hizo subir 8 puntos desde las PASO. Además, si bien en Mendoza quedaron terceros, en el poroteo se da que estuvieron muy cerca del segundo, Cambia Mendoza, fuerza que venía de triunfar para la gobernación de Mendoza pero que la candidatura de Patricia Bullrich hundió hasta casi empatar con Unión por la Patria, boleta que con la marca local Elegí hizo un triste papel electoral recientemente.

Ahora la disputa en el peronismo es por la intermediación ante Sergio Massa, con la posibilidad de que sea presidente tras el balotaje del 19 de noviembre.

El problema que tiene el Partido Justicialista es que si bien su figura les vino al dedillo para levantar su ánimo y soñar con posibilidades de encaramarse en el poder o bien, sostener cargos que ya tienen, Massa tiene su propio partido, el Frente Renovador, con figuras que no son tan "compañeras" de la dirigencia oficial partidaria.

Así es que asomó la cabeza el siempre dispuesto sancarlino Jorge Difonso, recordando viejos momentos con el dirigente de Tigre. Pero también está presente la tarea de reconstrucción que inició en el massismo la rivadaviense Gabriela Lizana, que práctica le sacudió el polvo luego de que el kirchnerismo los archivara en el desván.

Con ella, antes del despiplume de las elecciones provinciales, se activaron algunos de los que después se fueron con Omar De Marchi, pero que ya están pegando la vuelta, como el lasherino Rubén Miranda, o alguno de los Cazabán, sin dejar afuera a varios exradicales, como Marcelo Romano, también exverde, exasesor en el Senado del PRO, entre otros ex. 

Pero quien tiene intenciones de hacerlo "en serio" es un intendente. Se trata de Matías Stevanato. Allí la elección de este domingo dejó como dato una subida de 10 puntos desde las PASO presidenciales y 9 arriba desde las elecciones provinciales. Allí le ganaron a Patricia Bullrich.

Pero también surgió una figura el domingo y es la del intendente de Tunuyán, Martín Aveiro. En medio del inesperado e improvisado festejo en la sede partidaria de la sede partidaria de Avenida España, el tunuyanino que "puso la cabeza" en esta elección dijo que "es clave Sergio Massa en esto, más allá de nuestro trabajo, del sacrificio que ha hecho la militancia, todo el peronismo junto en cada uno de los rincones de Mendoza, tiene que ver con las propuestas, con que se alejó de las chicanas, y se puso al frente con la valentía, y el coraje que lo caracteriza, mostrándole al pueblo argentino que es el único capaz de liderar y conducir un proceso nuevo y una reconstrucción argentina". 

La senadora nacional Anabel Fernández Sagasti, figura estrechamente vinculada a Cristina Kirchner -que dijo no tener nada que ver con el gobierno nacional, siendo su vicepresidenta y electora de Alberto Fernández como candidato, junto a Massa, en su momento-  hizo su propio análisis sobre el triunfo nacional. En ese sentido, dijo que "muchos se sumaron a apoyar un Estado presente, la salud y educación pública y lo que queremos es llegar a la mayor cantidad de personas con este mensaje". Sobre lo que se viene, alentó nuevos objetivos para abroquelar a los que ya se habían dispersado por tanta derrota en continuado y se animó a aconsejar a Massa diciendo lo que Massa ya ha dicho, como que hay que hacer "un gobierno de unidad nacional, un gobierno de acuerdos, por la profundidad de la crisis que tenemos, sobre todo con el endeudamiento y eso va a necesitar altura política de la dirigencia". Lo coronó elogiando al nuevo líder: "Entiendo que Sergio Massa es la persona para esa tarea". 

La senadora provincial electa Gabriela Lizana, estrechamente ligada a la esposa de Massa, Malena Galmarini, quien evaluó que "Sergio se puso la campaña al hombro, provincia por provincia y llevó el mensaje de inclusión, de defensa de lo popular, del Estado presente en la vida de los mendocinos y mendocinas y que quede claro que la mejor forma de hacer política es haciendo gestión".

Y habrá más. Pero por lo pronto, tienen algo más que un triunfo nacional en la mano y chances reales de supervivencia, cuando muchos los daban por muertos políticos tras el gobierno que hicieron en el país. Es que son objeto de negociación con otras fuerzas, centralmente con Juntos por el Cambio -que quedó descartada de la competencia por la Casa Rosada- para conseguir los votos que puedan confirmar a Massa en el poder. Y allí es que vuelven a cobrar valor con doble tarea: elegir un intermediario hacia adentro y negociadores hacia afuera. Trabajo, tienen.

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