Cumbre en el Vaticano entre dos argentinos: el Papa y el "papable"

El papa Francisco, Jorge Mario Bergoglio, recibió esta mañana al argentino que más alto había llegado en el Vaticano antes que él, el cardenal Leonardo Sandri.

Periodista y escritor, autor de una docena de libros de ensayo y literatura. En Twitter: @ConteGabriel

Jorge Mario Bergoglio se encontró esta mañana en audiencia privada con el otro argentino que pudo haber ocupado su sillón: Leonardo Sandri. Solo hubo un escueto comunicado que informó que se había realizado la reunión en audiencia privada "esta mañana". Y punto. Los muros vaticanos esconden decisiones y secretos de todo tipo, pero las personas informadas alrededor del pontífice descartan que se haya hablado de la Argentina. "Con Sandri no hablan de eso; el Papa le ha encargado tareas de contención de las iglesias católicas bajo el rito oriental", confió a Memo una fuente en Roma.

Sandri siempre estuvo en las "loterías" como aspirante al trono de San Pedro. Es más: cuando fue el turno que convirtió a Bergoglio en Francisco, el cardenal nacido en Buenos Aires en noviembre de 1943 (siete años más joven que el Papa), aparecía con más chances por haber logrado penetrar y hasta ser parte de la Curia Romana, la señalada como el "poder detrás del poder" en la Santa Sede.

Francisco le encomendó a su compatriota Sandri la tarea de ser el Prefecto para las Iglesias Orientales (Congregatio pro Ecclesiis Orientalibus), con sede en el Palazzo dei Convertendi, fuera del radio de la Ciudadela del Vaticano, en un edificio que es uno de las locaciones en territorio de Italia en los cuales la Santa Sede goza de derecho de extraterritorialidad y de excepción de expropiación y de impuestos, según fue establecido por los Pactos de Letrán.

No se llevaron bien jamás.

Sandri, con la pompa religiosa.

Sandri, afincado a los vaivenes de Roma, comparte una mirada sobre lo interreligioso con Bergoglio y también, conoce América Latina por haber sido embajador (nuncio) en Venezuela y México, y haber llevado los asuntos vaticanos en la región. Pero no comparten el punto de vista político, sino todo lo contrario. Sandri conservador, Bergoglio peronista. Algunos obispos argentinos llegaron a contar que no solo mantuvieron diferencias, sino que fueron adversarios directos, tratando de anularse en la escalera de poder el uno con el otro.

Bergoglio, austero.

Leonardo Sandri era el argentino que más alto había llegado en la estructura del Vaticano antes de que el actual pontífice lograra el beneplácito de los cardenales del mundo para ocupar el lugar del renunciante Josep Ratzinger, Benedicto XVI.

Ambos se tutean y hablan en "porteño", refieren quienes conocen su relación tensa, pero controlada. Cuenta la periodista Elisabetta Piqué, corresponsal de La Nación en el Vaticano, que fue Sandri quien le dijo a Bergoglio "preparate querido" en la noche del 12 de marzo pasado, mientras compartían la mesa y el menú de zuppa di verdura durante el cónclave que eligió Papa a uno de los dos, el que debía prepararse. 

Quién es Sandri

Sandri fue el encargado en 2005 de anunciar la muerte, ante la Plaza de San Pedro, de la muerte de Juan Pablo II, el emblemático Karol Wojtyla: "Carissimi fratelli e sorelle..., alle 21:37..., il nostro amatissimo Santo Padre Giovanni Paolo II°..., è tornato... alla casa del Padre..., preghiamo per lui."

Sandri ingresó al servicio diplomático de la Santa Sede en 1974. Sirvió en las nunciaturas en Madagascar y Mauricio; en la Secretaría de Estado, 1977 a 1989; y en la nunciatura en los Estados Unidos de América como observador permanente de la Santa Sede ante la Organización de Estados Americanos (OEA), 1989 a 1991. Administrador de la prefectura de la Casa Pontificia, el 22 de agosto de 1991. Asesor de la Secretaría de Estado para asuntos generales, un 2 de abril de 1992.

Electo Arzobispo de Cittanova (Æmona) y nombrado nuncio en Venezuela, el 22 de julio de 1997. Consagrado el 11 de octubre de 1997, en la basílica de San Pedro, por el cardenal Angelo Sodano, secretario de Estado, como co-consagrantes el cardenal Juan Carlos Aramburu, arzobispo emérito de Buenos Aires, y Giovanni Battista Re, arzobispo titular de Vescovio, sustituto de la Secretaría de Estado para Asuntos Generales. Fue nuncio en México, desde el 1 de marzo de 2000 hasta ser nombrado sustituto de la Secretaría de Estado para Asuntos Generales en el año 2000 también.

Hoy se reunieron y no trascendió la agenda.

En el planeta vaticano no parece necesario informar más de lo que creen conveniente y debe considerarse un logro que hayan avisado del encuentro, escuetamente. Pero si "Dios es argentino", dos de sus hombres más poderosos hoy hicieron cumbre en Roma y nadie sabe por qué asuntos pasearon su diálogo.

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