Los funcionarios necesitan a un Cornejo "presente" y ensayan un relanzamiento de gestión

Los funcionarios mendocinos están activos nuevamente. No parecen funcionar sin la presencia en territorio de Alfredo Cornejo. Ahora que el gobernador volvió de Toronto, en donde participó de encuentros para tentar a compañías mineras para que vengan a desarrollar la exploración de cobre en Malargüe, se retomó la agenda pública.

No es que no se haga nada cuando no está: ha colocado al frente de los ministerios a personas que, en general, le responden y si no les dice qué hacer, presienten lo que le gustaría que haga.

Pesa sobre ellos la sombra de la primera gestión de Cornejo, en las que no les sacaba a sus funcionarios "el cuchillo de la panza" en ningún momento, alentándolos a actuar sin descanso y mostrando un gobierno activo en todas las áreas.

Esta vez pareció que no estaba sucediendo. 

De hecho, algunas de sus personas de confianza lo dejaban trascender: "Nos falta línea", llegaron a decir, como esperando la aprobación para poder avanzar.

Este martes, con Cornejo arriba del avión que otra vez lo enviaba fuera de Mendoza, aunque esta vez solo a Buenos Aires, el Ministerio de Seguridad y Justicia se desplegaba en el oeste de Godoy Cruz, en donde se han repetido los asesinatos vinculados a disputas de narcotraficantes. A poco de andar, ya había un verdadero filme hollywoodense en las redes mostrando la acción que, aparentemente, dio resultados y que, si se sostiene en el tiempo, en diversos lugares, marcará un antes y un después que se venía reclamando ya no solo de parte de sus partidarios, sino de toda la sociedad.

En Buenos Aires habló ante los responsables de las empresas estadounidenses en Argentina, en el encuentro de AmCham, la cámara que los agrupa.

Nada de lo que dijo nos resulta novedoso, pero todo lo que dijo es valor agregado para por lo menos dos consecuencias buscadas:

1. Generar confianza con su apoyo a medidas cruciales del gobierno de Javier Milei, más allá de su impericia.

2. Ofrecer una Mendoza que se diferencia de, por ejemplo, La Rioja y el promedio del país en varios aspectos.

El Funcionariato mendocino se ha movido hasta ahora, con Cornejo atento en cosas fuera de Mendoza, aunque para Mendoza, con confianza, pero con demasiada prudencia: tanto Hebe Casado como Martín Kerchner resultan fieles y de absoluta confianza y conocen a qué están jugando cuando lo reemplazan, pero lo que ha generado en la política el Gobernador no se cambia por acto de magia. De allí que su presencia física y concreta le pone play a toda la estructura y funciona aquello de que "el ojo del amo engorda el ganado".

Lo habíamos advertido: la Vendimia funciona en Mendoza como los famosos "100 primeros días" que representan la "luna de miel" de todo gobierno nacional. Ahora parece ser el momento en el que -a pesar de las circunstancias nacionales- se empiecen a reclamar y, en lo posible dar, resultados.