Hoy Suarez tendrá su Presupuesto, pero sin deuda ni roll over
Finalmente este martes se aprobará en la Legislatura de Mendoza el Presupuesto 2020. Entró a mediados de diciembre y se dilató su tratamiento, pero fue una discusión que se encontró con un PJ que decidió hacerle las cosas difícil es a Suarez.
Este martes el Senado votará el proyecto de Presupuesto 2020 que tiene media sanción de Diputados. El texto llegó a la cámara alta sin los artículos que incluyen el pedido de deuda y roll over porque no consiguieron los dos tercios de los votos. Sin embargo, el oficialismo aprobó un despacho de mayoría en la Comisión de Hacienda para volver a incluir el pedido por U$S 221 millones de dólares y roll over, pero permanente.
De esta forma Cambia Mendoza quemó los últimos cartuchos para poder lograr convencer al Partido Justicialista para que apoye el pedido de deuda y la renegociación de los vencimientos, pero sin ningún resultado positivo. Tanto así, que fue casi nula la negociación que se dio desde que salió de Diputados.
Este marte sucederá lo mismo que pasó en la cámara baja y se aprobará el Presupuesto 2020 en general, pero a la hora de estudiar los artículos que contienen los pedidos de deuda y roll over -y que necesitan de mayoría especial- al oficialismo le faltarán votos y el PJ votará en contra.
De este modo, quedará aprobada la Ley de Presupuesto 2020. Suarez tendrá su pauta de gastos, pero sin márgenes para accionar y sin obra pública, porque no habrá recursos.
El Ejecutivo tendrá que dedicarse desde hoy a ordenar de nuevo las cuentas sin obras y con vencimientos a los que tiene que responder y que, mínimo, serán de $2 mil millones. Eso si consigue renegociar la deuda que se tiene con organismos nacionales como la Anses y el Banco Nación.
Seguramente el gobernador Rodolfo Suarez pensé en otro inicio de gestión, especialmente porque quedó atado de manos ante una oposición que fijó una postura a la que se apegó y no se movió. Ni siquiera porque es el primer año de gestión se le otorgó esa opción, obligándolo a postergar lo que tenía de idea para su gestión y dedicarse a ordenar lo que viene de atrás, y de bastante atrás, porque ni siquiera hablamos de vencimientos de las dos gestiones anteriores.
