Alberto Fernández y AMLO: una "tercera posición" siglo XXI

Nos sumamos a la cobertura in situ de la gira de Alberto Fernández por México. Aquí, una crónica desde la capital azteca.

Gaceta Mercantil


Gaceta Mercantil desde México

El presidente electo de Argentina, Alberto Fernández, inicia hoy en México su primera visita internacional como tal con un encuentro con el mandatario local, Andrés Manuel López Obrador (AMLO), en un gesto destinado a anticipar su política internacional, distante de la de Estados Unidos en la región, que promueve de todas las maneras posibles el descalabro del régimen de Nicolás Maduro en Venezuela.

Sin embargo, éste no el único tópico en el que se prevé un disenso grave: la postura del saliente gobierno de Mauricio Macri en materia de lucha contra el narcotráfico, que estuvo alineada casi por completo con la de Washington encarnada por la ministro de Seguridad, Patricia Bullrich, también será revisada por el nuevo gobierno a partir del 10 de diciembre.

Una fuente de la delegación de Fernández en el Distrito Federal confió a Gaceta Mercantil que "salir de los tópicos de alineamiento automático no será tema de un día, deberá haber un proceso" porque "son muchos los asuntos involucrados" y la posición de política exterior de la Administración fue "de total sumisión" a Estados Unidos.

La fuente, sin embargo, consideró "maniquea" la actitud del gobierno que se va, "sin matices", y anticipó que Fernández buscará una relación "madura y equilibrada" con el gobierno de Donald Trump. Venezuela "no será" una piedra en el zapato de la relación si no es convertida en eso por EEUU, "pero no se avalará el intervencionismo" en los asuntos de otro Estado, anticipó.

A propósito, advirtió que en asuntos diplomáticos "una cosa es lo que se hace y otra la que se puede decir, sin que esto suponga una traición o un doblez" de cara al contrato político adquirido por el mandato de las elecciones generales, en las que Fernández y Cristina Kirchner se impusieron el pasado 27 de octubre por el 48 por ciento de los votos y en primera vuelta.

En esta línea, "el llamado del presidente Trump fue importante", aunque los comunicados difundidos por la Casa Blanca y por el presidente electo no hayan coincidido acerca del contenido de la conversación. EEUU tiene un rol clave en la conducción del FMI que permitió el acuerdo por el préstamo a Argentina, el año pasado. Fernández no volverá a hablar en el futuro de la "responsabilidad política" del Fondo al ayudar a Macri por influjo de Trump, "su amigo".

Fernández habría decidido no acompañar a su asesor Guillermo Nielsen a Houston, esta semana, donde el exnegociador de la deuda argentina en 2005 expondrá sobre el plan del nuevo gobierno para convocar a nuevos inversores a Vaca Muerta, el reservorio no convencional de gas y petróleo de la provincia de Neuquén.

"No parece necesario y faltan pocos días para el seminario que se hará" en la ciudad estadounidense, a la que acudirán representantes de las grandes empresas petroleras del mundo, varias de las cuales ya han invertido en la cuenca neuquina.

Fernández tiene claro que Vaca Muerta puede ser una llave que abra con cierta rapidez el grifo cerrado de las inversiones extranjeras en el país, aunque también sabe que previo a cualquier decisión empresaria deberán cerrarse dos negociaciones clave: la del reperfilamiento de las deudas con acreedores privados y la crucial con el Fondo Monetario Internacional, las cuales deberán concluirse con rapidez para desatar uno de los nudos gordianos de la crisis económica que atraviesa el país.

La admisión de que Fernández ha consultado a Roberto Lavagna después del 27-O, por parte de sus portavoces, estuvo dirigida a provocar un "dèja vú" tanto en el plano externo como en el interno. Afuera, por existe la memoria de la negociación con los "holdouts" de la primera etapa del gobierno de Néstor Kirchner, cuyo arquitecto fue el entonces ministro de Economía y cuyo "ingeniero" fue Nielsen.

Sin embargo, ni Lavagna quiere ni Fernández le ofreció algún cargo en el futuro gabinete. "Roberto sin duda es un hombre notable, con una experiencia y un conocimiento que Alberto valora mucho. Está siendo escuchado, claro", admitió otra fuente del entorno de Fernández que se quedó en Buenos Aires.

No obstante, a los muchos problemas estructurales que heredará el gobierno de Alberto, en el plano interno, le sumará las ya notorias diferencias de criterio de los distintos sectores que componen el frente "Todos". Y un contexto internacional que en nada se parece al recibido por Kirchner y Lavagna en 2003.

Volviendo al inicio, la buena sintonía con México sirve para advertir a Jair Bolsonaro, el belicoso -y antikirchnerista- presidente de Brasil que debe tratar bien a Argentina y a las autoridades democráticamente elegidas.

También para acercar un poco de mesura a una región en pleno cambio entre dos posturas extremas: el "bolivarianismo" y el seguidismo sin fisuras a las políticas de Trump. Algo así como una "tercera posición" del siglo XXI.

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