Del Perico de Menem al San Martín de Macri

El triunfo del radical Raúl Rufeil en San Martín, Mendoza, envalentonó al Presidente y su entorno para justificar esperanzas en dar vuelta el resultado de las PASO.

La mesa 86 de Necochea en la que en 2003 Adolfo Rodríguez Saá fue el presidenciable más votado, la victoria en la Antártida del Frente para la Victoria que destacó Cristina Kirchner tras la dura derrota de 2013 o la desconocida ciudad jujeña de Perico en la que ganó el PJ en 1997 y que Carlos Menem puso de ejemplo tras el desastre electoral de aquel año. 

Los tres expresidentes, para mitigar sus respectivas derrotas, utilizaron victorias parciales para transmitir optimismo en medio de un panorama desalentador. Hoy, con la diferencia de que la caída electoral no está consumada aún, Mauricio Macri y su equipo encontraron "su Perico": San Martín de Mendoza, donde este domingo ganó el candidato de Juntos por el Cambio tras cuatro gestiones del peronismo.

San Martín reúne todas las características necesarias para que aquel elector desprevenido entienda que una remontada de Macri en octubre es posible. En las PASO municipales, el peronismo le había sacado cerca de 20 puntos al candidato macrista, una diferencia incluso mayor a la que obtuvo Alberto Fernández por encima del actual presidente. Y en las generales, el radical Raúl Rufeil se impuso por más de siete puntos al peronista Jorge Gimenez.

¿Cómo se explica semejante remontada? En las PASO, el peronismo fue dividido. Por un lado, el cuatro veces intendente Gimenez y, por el otro, un profesor de educación física muy crítico con el jefe comunal: Cristian Ethem. El segundo obtuvo 22 puntos que no venían de electores peronistas, sino de vecinos desencantados con el jefe comunal que iba por su quinta reeleección. La mayoría de los votos de Ethem fueron a parar en las generales a Rufeil, y así logró una contundente victoria.

Si bien Juntos por el Cambio nacionalizó la elección de San Martín, donde votaron menos de 100 mil personas, internamente saben que los escenarios del departamento mendocino y a nivel país son muy diferentes. Más bien, lo sucedido ayer servirá para dar una inyección anímica que difícilmente se traslade a las urnas el 27 de octubre.

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