La oportunidad para darle trazabilidad a la gestión pública en Mendoza

El gobernador Alfredo Cornejo se autodesafió a cumplir metas concretas y la ciudadanía debería acompañar en seguirlas una por una, para una democracia nueva, la de los hechos reales.

Periodista y escritor, autor de una docena de libros de ensayo y literatura. En Twitter: @ConteGabriel

El discurso de Alfredo Cornejo al asumir la gobernación de Mendoza representa los lineamientos de un plan. Nunca antes se sintió tan cerca la posibilidad de tomarle la palabra y empezar un conteo y seguimiento de cada uno de los anuncios de gestión que pronunció. Es que se alejó del marketing para acercarse a una enumeración concreta de acciones que coinciden con la respuesta que se espera tras el diagnóstico sobre el estado en que recibe a Mendoza.


Cobre y agua: el futuro de Mendoza, en el discurso del "play" de Cornejo

Cornejo, al igual que su vicegobernadora, Hebe Casado, dieron cuenta de que han sido notificados del descontento social con el funcionamiento del Estado. En ese punto, aunque se continúa hablando de las diferencias de las formas con las que se gobierna en Mendoza contrastada con el promedio del país, ambos reconocieron en sus mensajes de que falta más.

Mendoza no ha sido ajena a la ola de disconformidad manifestada por la ciudadanía con la cuarentona democracia. Sin embargo, ha ratificado la confianza en un equipo que ya gobernó aquí entre 2015 y 2019.

Es difícil comparar aquella gestión con la de un Rodolfo Suarez que identifica el cargo que terminó de ejercer como "un trabajo" y no como un desafío de 24 horas. Ahora sí le toca a Cornejo encabezar el restablecimiento de la acción en tiempo completo y, con su ritmo, la de todo el nuevo equipo.

El discurso completo de asunción de Alfredo Cornejo

De allí que queda como desafío tanto para ellos, los que gobiernan por delegación de la ciudadanía, como para sus votantes, instaurar un sistema de seguimiento, acompañamiento y apoyo, paso a paso, de cada cosa anunciada en el discurso de "arranque". Sería la primera gran transformación del proceso democrático iniciado hace 40 años: no más buenas intenciones incumplidas, sino concreción de metas. Amén.

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