Mente sana en cuerpo sano: una sociedad saludable

El Senado le dio aprobación al proyecto de Daniela García y crea el Programa de Capacitación en Prevención de la Violencia en el ámbito de las instituciones deportivas de la provincia de Mendoza. Aquí la legisladora cuenta los detalles.

Daniela García

Hoy se aprobó en el Senado la ley por la cual se crea el Programa de Capacitación en Prevención de la Violencia en el ámbito de las instituciones deportivas de la provincia de Mendoza.

El programa tendrá por finalidad generar capacitaciones y campañas de concientización para prevenir la violencia en sus distintos aspectos, haciendo foco en la resolución pacífica de conflictos, la erradicación de la discriminación, aplicando una perspectiva de género y contribuyendo a la formación integral de las personas deportistas.

En sus inicios fue un proyecto pensado para que los clubes tuvieran herramientas para poder enfrentar la realidad de la violencia de género que se vive de manera constante en los ámbitos deportivos. Sin embargo, detectando que existen manifestaciones de violencia desde los inicios de la carrera deportiva de una persona, desde la más temprana edad, es que aunando esfuerzos con otro proyecto existente, y sin mediar intereses partidarios, trabajamos con el diputado Elio Perviú (Frente Todos), para realizar un programa que encare de manera definitiva esta problemática que como madre, mujer y deportista me preocupa.

El deporte y la salud, tienen una relación comprobada: un cuerpo activo tiende a ser un cuerpo saludable, sobre todo al romper la lógica del sedentarismo a la que el mundo moderno nos somete en la mayoría de los ámbitos. El deporte además funciona como mecanismo socializador, nos brinda herramientas para poder trabajar en equipo, transmite valores, crea sentimiento de pertenencia, sin contar la fraternidad o sororidad que suele generarse entre pares.

Esta Ley implica el trabajo en conjunto del Gobierno Provincial, como también los gobiernos municipales que adhieran, junto a los Clubes y entidades deportivas de todo el territorio provincial para poder dar un marco a las instituciones de nuestra provincia, con el propósito de capacitar a los deportistas y cuerpos técnicos.

Con el esfuerzo, conocimiento y herramientas de equipos interdisciplinarios formados en materia de niñez y género y la dirección y supervisión de la Subsecretaría de Deportes de la Provincia de Mendoza, es que el Programa busca llegar a cada deportista institucionalizado.

La violencia no solo se da en el marco del fútbol o del rugby, si no que es transversal a todas las prácticas deportivas, sean o no deportes de contacto. No es solo un tipo de deporte, no es solo un club, no es culpa o causa primaria de las "Barras Bravas"(si bien estas son el reflejo final de un sistema violento instaurado y sistematizado en el deporte), la violencia en definitiva tiene distintos matices, pesos y gravedades, y a su vez, distintos responsables.

Teniendo en cuenta que "el Club" debiera ser una institución segura, de características familiares, donde el amor y la contención primen, es que no podemos tolerar que se replique un sistema, que a largo plazo lamentamos por sus consecuencias. Desde la violencia física y psicológica, el acoso entre pares, el bullying, al machismo, la segregación y discriminación de género, la LGTBI-fobia, el racismo y la xenofobia, hasta los terribles casos de acoso y abuso sexual, esta es, en suma, la violencia que buscamos detectar, prevenir y erradicar, ya que se manifiesta de distintas maneras, con consecuencias profundas y traumáticas, sobre todo en la niñez.

Ante esto no podemos dejar pasar que prima en el deporte un mandato de masculinidad sobre el cual se cimenta nuestra sociedad y da lugar a pensar que lo femenino en el deporte sea sinónimo de bajo rendimiento o mal desempeño. Esta violencia se encuentra presente luego en toda la sociedad, existe una construcción social de lo que es la masculinidad. La división sexual del trabajo, la represión de la emocionalidad como parte de lo masculino, forman parte de esos mandatos que si bien atraviesa a todos/as, en cada grupo social se expresa de una forma diferente.

En Argentina, de las 1.641 muertes totales por agresiones (en todas las edades y ambos sexos), casi el 83% (1.361) fueron varones; en todos los casos, la mayor cantidad de decesos se concentra en las franjas etarias correspondientes a la adolescencia y la juventud (entre 15 y 29 años) con 694 fallecimientos. Estos alarmantes números corresponden al año 2018, fueron publicados por la Dirección de Estadística e Información de Salud (DEIS).

Lo más llamativo de estos datos, es que más de la mitad de esas muertes violentas eran totalmente evitables, y es esta característica, la que nos indica la necesidad de intervenir de manera integral en la formación de los niños, niñas y jóvenes de la provincia, específicamente a través de las instituciones deportivas, ya que nuestra ley provincial del Deporte establece en su Artículo N° 2 que dichas instituciones deben desarrollar sus actividades "con fines formativos, competitivos y/o recreativos, cuyo objeto es el desarrollo psíquico, físico y social de la población, como factor de formación integral del hombre y constituyendo una manifestación cultural del mismo".

Por esta razón una intervención temprana en la vida deportiva de los niños y niñas, puede despresurizar el mandato social de esa masculinidad agresiva y peligrosa, ayudando a construir un deporte más sano, en ambientes más sanos, construyendo así una sociedad más sana y tolerante, y por lo tanto más pacífica y equitativa.


Esta nota habla de:
¿Hay que prohibir el uso de celulares en las aulas?