El poder en la cuerda floja: la Democracia en peligro

Sucesos que hacen que la calidad democrática disminuya tanto, que la ponen al borde de la extinción. El aporte dominical en torno al "poder" que hace la profesora Elia Bianchi de Zizzias.

Elia Bianchi de Zizzias

El devastador panorama mundial producido por la pandemia devela razones que deben ser analizadas si los pueblos quieren vislumbrar salidas de este oscuro, incierto y complejo porvenir.

En primer lugar, me referiré a las instituciones democráticas y republicanas principalmente de nuestro país, son las primeras en moverse en escenarios contradictorios y paradójicos: el Poder Ejecutivo, bifronte, que por sus antecedentes e historia ,pierde credibilidad, y la "legitimidad" ganada en las últimas elecciones. Por un lado, el dubitativo presidente que una vez dice una cosa y luego, debe cambiar el relato, porque quien le dio el poder, todavía manda con su corte de beneficiados camporistas. A propósito de esta curiosa relación citaré un texto del filósofo Baudillard referido al poder de la seducción: "La efigie de la seductora: tiende a eclipsar cualquier contexto o voluntad.No puede permitir la instalación de otras relaciones,incluso, las más cercanas. Elude sin tregua todas las situaciones en las que con seguridad se plantearía la cuestión de la verdad.. No las niega, las ignora, pues es la apariencia la que gobierna" (1)

La gravedad del virus, posibilitó que la oposición y la ciudadanía en general aprobara el decreto de necesidad y urgencia para dejar libre de control el manejo de la pandemia. Sin embargo, el DNU no es el estado de excepción en el que la autoridad se atribuye acciones de favoritismo partidario o de exclusión de los que piensan diferente.

En segundo lugar, al Congreso de la Nación, deplorable, con gran número de asesores, ñoquis, punteros, etc., un mundo burocrático que pocos legisladores se atreven a ordenar o denunciar, supongo que no conviene a intereses personales o espúreos.

Como, muy sentidamente, lo expresó, la exsenadora Norma Morandini, las bancas vacías, son la presencia de la irresponsabilidad cívica y del incumplimiento de las esenciales normas éticas de convivencia ciudadana.

Mi indignación no tiene límites, toda vez que me rebelo contra un autoritarismo que muestra lo peor de nuestros vicios cívicos y atenta contra la enorme e importante cátedra de educación ciudadana y el respeto por las virtudes democráticas.

Una banca vacía, un aula vacía, en estos tiempos, son una situación que debemos revertir si queremos recuperar la esperanza.

La pandemia pone en evidencia la verdadera índole de nuestros representantes.

En tercer lugar, el poder judicial.Jueces y fiscales obsecuentes , la mayoría conquistados por el poder político, justicia lenta, burocrática, con la vergüenza de agruparse tendenciosa o simplemente por miedo en la "Justicia legítima". El tema de la liberación de presos ha colmado de errores y violencia jurídica su actuar. Son pocas las voces que se indignan y denuncian sus atentados contra la ley. Resulta ahora que las víctimas parecen culpables y los victimarios un producto no deseado de una sociedad en decadencia o corrupta. Recuerdo años atrás , con el mismo gobierno kirchnerista, cuando el "Vatayón Militante..." le daba un diploma a Daniel Filmus por sus servicios en educación y por permitir que salieran algunos presos con la misión de alterar el orden en algunas circunstancias.

La ciudadanía se ha expresado no quiere nuevos riesgos de inseguridad social, falsos relatos, corrupción ni violencia generalizada.Aplausos y cacerolazos son la expresión de apoyo y respeto por el personal de salud, la policía, voluntarios, docentes, periodistas de investigación, pero también del hartazgo de una democracia decadente.

Elia Ana Bianchi Zizzias.

Baudrillard,J. (1.993) De la seducción. Ed. Planeta.Barcelona.II.p.123.

Bianchi Zizzias, E.A.(2.019) Democracia. ¿Realidad o Ficción?Ed. Librea. Mendoza.

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