1943: Argentina, un minuto antes del peronismo

Gustavo Cairo pone el foco en un momento preciso de la historia, pocas veces señalado: apenas antes de que Perón se hiciera del poder, ¿qué Argentina había?

Gustavo Cairo

La Argentina exitosa, liberal, integrada al mundo, con estabilidad monetaria, en proceso de industrialización, que atraía masivamente inmigrantes y a la que todos veían con destino de ser potencia mundial, se empezó a derrumbar un triste 4 de Junio de 1943, con el golpe militar encabezado por Perón.

En la década del 30, Argentina era un país cuya riqueza superaba la suma del producto bruto del resto de Sudamérica, incluido Brasil, tenía peso y gravitación en los asuntos regionales y hemisféricos.

En 1936, la Revista de la Economía Argentina, publicaba que el país tenía en ese momento respecto del resto de Sudamérica: "el 50% del comercio exterior, el 57% de los pasajeros ferroviarios, el 45% de los teléfonos, el 58,4% de los automóviles, el 50, 4% de consumo de petróleo y el 66% aparatos de radio del total subcontinental".

En 1941, la prestigiosa revista neoyorquina Time publicó en tapa completa al entonces presidente argentino Castillo. En la nota dedicada a nuestro país, se calificaba a Argentina como "el más poderoso y ambicioso país de Sudamérica"

Esa percepción era generalizada, Eduardo Aunós, diplomático español, luego de visitarnos en 1944 para firmar un acuerdo comercial, publicó el libro: "Argentina, el imperio del Sur", admirando los guardapolvos blancos que lucían los alumnos de las escuelas argentinas, y que el país invirtiera más recursos en educación que en gastos militares, destacando que el analfabetismo apenas existía.

Carlos Escudé cita el Indice de prestigio diplomático de 1940 en el que "la Argentina es calificada como el séptimo país del mundo"

En 1937, el producto bruto per cápita de Italia no alcanzaba el 50% del argentino, y el de Japón ascendía a la tercera parte.

Al finalizar la Segunda Guerra Mundial, el economista estadounidense Paul Samuelson (Premio Nobel de Economía en 1970), citado por Juan Llach, en "La industria (1945-1983)", dijo: "Si alguien hubiese preguntado en 1945 ¿qué parte del mundo espera usted que experimente el más dramático despegue económico en las próximas tres décadas?...hubiera dado esta respuesta: la Argentina es la ola del futuro. Tiene clima templado, dotación favorable de recursos naturales, población homogénea. La Argentina de 1945 se encuentra en un estado intermedio de desarrollo del cual se puede fácilmente esperar un rápido crecimiento".

María Saenz Quesada en su libro "1943. El fin de la Argentina liberal. El surgimiento del peronismo" nos ilustra sobrela Argentina previa al peronismo, expresando que en 1943 "la Argentina era el noveno país del mundo en cuanto a cantidad de automotores, el mayor consumidor de petróleo de América Latina y el tercero mundial en consumo líquido per cápita"..."El país, tercero en el mundo en cantidad de autos per cápita, circulaban más de 400.000 vehículos"... "Hasta 1942 el 35% de las películas exhibidas en América del Sur y Central provenía de la Argentina". Era la época de oro del cine argentino. Por su parte la producción de las grandes casas editoriales argentinas inundaba Latinoamérica, lideradas por Estrada, Atlántida, Sudamericana y Losada.

La flota nacional, por su potencial bélico, continuaba en el primer lugar de Sudamérica, seguida por Brasil y Chile. Se habían inaugurado la Fábrica Militar de Aviones en Córdoba en 1927, Astilleros Río Santiago en 1934 y Fabricaciones Militares en 1941, cuyo primer director fue el general Manuel Savio.

El presidente Justo construyó 10 mil kilómetros de rutas en pocos años. Trazó las arterias troncales del país:la ruta 3 al Sur, la 7 a Chile pasando por Mendoza, la 9 a Jujuy pasando por Córdoba y Tucumán, la 14 a la Mesopotamia, la 8 hacia el Oeste, la 2 a Mar del Plata y la autopista General Paz en Buenos Aires. La red de ferrocarriles venía de antes.

Félix Luna en Golpes Militares y Salidas Electorales decía del país: "hacia 1943...era una Nación cuya producción industrial superaba en valor a la proveniente del agro. Vivía un instante de plena ocupación y en una euforia desbordante. Se daba el lujo de tener una política exterior independiente".

En Ni Década Ni Infame, del 30 al 43, sus autores Carlos Aguinaga y Roberto Azaretto cuentan: "En 1934, el producto bruto de origen industrial lograba igualar al agropecuario. En 1939, ya lo duplicaba"..."En 1936, Argentina se había convertido en el país más industrializado de América del Sur, compitiendo con Brasil, que gozaba de notoria protección norteamericana, deseosa de afirmarlo como potencia en el sur"..."En 1941 había 61.766 establecimientos que ocupan un millón de personas y elaboran materias primas, cuyo origen es 75% nacional"

Saenz Quesada, por su parte agrega: "SIAM, creada por el Ingeniero Torcuato Di Tella, en 1941 abastecía el 42% del mercado nacional de heladeras".

Desde la creación del "peso moneda nacional" en 1883 por parte del presidente Roca y de la Caja de Conversión en 1890 de Pellegrini, nunca Argentina había tenido que devaluar su moneda. Entre 1900 y 1945 la inflación anual fue del 1,61% promedio.

En 1935 se creó el Banco Central, por una década funcionó con independencia del gobierno de turno, para evitar tentaciones inflacionarias. En 1946, Perón reformó su carta orgánica y lo convirtió en una dependencia del gobierno para financiar sus gastos. Desde ese momento hasta la actualidad empezó el ciclo, déficit fiscal, inflación y devaluación. Como consecuencia de esto, desde 1946 hasta hoy, a la moneda argentina se le han sacado trece ceros.

Dice Cortes Conde: "El fenómeno inflacionario llegó a la Argentina con el peronismo. Fue desde 1946, y no antes, que el BCRA se transformó en el prestamista de primera instancia del Gobierno, ignorando los límites impuestos por ley en el momento de su creación"

En Ni Década ni Infame, sus autores señalan: "En 1943 la inflación sería del 1.1% anual. Dos años después, ya alcanzaría el 19,7% anual. Al principio en forma imperceptible, suavemente, acelerándose paulatinamente, la decadencia comenzaba"..."La inflación posterior a 1945 ilusionó a muchos con una mejora de sus retribuciones. Sin embargo, el salario real de 1955 era inferior al de 1943".

Fernando Iglesias en Los días más felices dice: "El empleo público argentino se duplicó entre 1940 y 1950, pasando de 419.000 a 834.000 funcionarios"..."Recién en 1945, con Perón en la Secretaría de Trabajo, la inflación saltó al 22.6% y se mantuvo en guarismos inusualmente altos durante varios años hasta desembocar en el 50,2% de 1951"..."la receta peronista de acuerdo de precios y salarios, atrasando las tarifas y el tipo de cambio, desembocó en el Rodrigazo. La inflación reprimida se descontroló y en 1975 llegó al 335% anual, licuando el gasto público, un clásico de la economía argentina después del peronismo"... "La inflación, introducida por el peronismo en la economía argentina, ha sido la principal generadora de pobreza en la Argentina, y no el ajuste.

En cuanto a las relaciones internacionales, un error geopolítico garrafal le costó al país quedar aislado del mundo de postguerra. Las simpatías pro-Eje del presidente Castillo y también de los militares que lo derrocaron en 1943, liderados por Perón, le impidieron a Argentina romper relaciones con el Eje a tiempo y alinearse con los aliados. El radicalismo en 1942 se había manifestado en favor de la ruptura de esas relaciones.

Si a comienzos de la guerra había dudas sobre quien la ganaría, estas quedaron despejadas en 1943. En enero de ese año, la derrota del Afrikakorps de Rommel en el norte de Africa, la rendición del mariscal Von Paulus en Stalingrado y de los japoneses en Guadalcanal cambiaron el curso de la guerra. En esos días, Chile rompió relaciones con el Eje, siguiendo a México y Brasil. La postura neutral de Argentina le valió un costoso aislamiento internacional. Desde ese momento, Brasil comenzó a equilibrar nuestro desarrollo, con el apoyo decidido de Estados Unidos, que nos dejó fuera del Plan Marshall. Argentina, que siempre había sido tan hábil para insertarse en el comercio y en la diplomacia internacionales, perdió el tacto y la estrategia. Terminada la guerra se profundizó el error, dando cobijo a criminales de guerra nazis y rompiendo el bloqueo internacional que las Naciones Unidas le impusieron al dictador español Franco.

En esta nota tomamos 1943 como el año del quiebre, porque desde ese momento el país cambió para siempre su rumbo económico, institucional y político. Desde ese momento, Perón pasó a ser el hombre fuerte del gobierno, sea el de facto, en el que fue ministro y vicepresidente o después de 1946, cuando asumió su período constitucional que duraría hasta 1955. Argentina nunca se pudo recuperar de sus huellas indelebles.

Fernando Iglesias en su libro ya citado expresa: "En 1946, año del inicio del primer ciclo democrático peronista, Argentina era el octavo país más rico del mundo, su PBI per cápita (U$D 7.436) era el más alto de América Latina, casi cuadruplicaba el de su principal vecino, Brasil (USD 1.934) y más que duplicaba el de México (USD 3.124). El PBI argentino era también el doble que el de los países latinos pobres de Europa (Italia USD 3.805, España, USD 3.473 y Portugal (USD 3.073) y superior al del país latino más rico, Francia (USD 6.142). En 1955, al final del mandato de Perón, ya había caído al 18° lugar. Setenta años después, para 2015...el país ocupaba el 56% lugar en el ranking mundial de riqueza".

Para finalizar, diremos que los perennes problemas argentinos actuales, como la inflación, el déficit fiscal y la falta de dólares por el déficit de la balanza comercial, estaban completamente ausentes de la Argentina previa a 1943. Las causas descriptas, sumadas a grandes desaciertos en política económica y a las tremendas tropelías institucionales, que serán objeto de otra nota, provocaron que el país más promisorio del mundo en 1943, esté 80 años después inmerso en la incertidumbre y la pobreza y lo que es peor aún, sin haber aprendido de ninguno de sus recurrentes errores.

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