Lali Lavorante y su cautivadora pintura abstracta

Lali Lavorante es mendocina, arquitecta y una artista novel, con algunos años de trayectoria en nuestra provincia. Ha expuesto en algunas galerías y bodegas y su proyección artística es muy prometedora.

¿Qué incidencia tiene la profesión en tu carrera artística?

Ser arquitecta y estar en obras todo el tiempo ha tenido y tiene mucha influencia en mi pintura, porque en el proceso de creación (la composición y el manejo del espacio) conjugo las dos actividades por igual.

Como arquitecta muestro mi lado más formal, atendiendo a lo funcional y a dar respuestas a los gustos y necesidades de los futuros moradores. Como artista plástica, aparece mi côté más intuitivo, a veces incierto, porque a través del desarrollo de la obra, logro la respuesta concreta que quiero comunicar.

¿Cuánto hace que pintás?

Pinto desde muy chica, desde los 6 o 7 años. Todo comenzó como una actividad que hacía fuera de la escuela primaria y a la que concurrí durante 5 años. Recuerdo que en ese lugar todos los fin de año se rendía un pequeño examen y era una instancia avalada por el Conservatorio Fracassi. A los 8 años pinté mi primer cuadro en un atril y puedo decir casi con seguridad, que en ese momento supe que era algo que quería seguir haciendo.

¿Algunos referentes importantes en tu formación?

Durante mis estudios en la Facultad de Arquitectura y Urbanismo de la Universidad de Mendoza, tuve el honor de tener de profesores de "Dibujo" como Claudia Delhez y Cristian Delhez. Son artistas a los que admiro mucho.

¿Qué nos dirías acerca de tu técnica y paleta preferida?

Utilizo el óleo, el acrílico, el óleo pastel y siento que cada uno tiene una forma particular de comunicar. Desde hace un par de años, elegí al acrílico y la aguada como técnicas generadoras de fondos y espacios en yuxtaposición con los trazos generados por la espátula o los lápices para terminar la composición.

En cuanto a las paletas, son variadas y van de la mano con el momento y la emoción. En general empleo colores brillantes y vibrantes y he experimentado con el vino para el color de los fondos.

¿Se puede decir que toda tu obra es abstracta?

Sí, si bien tengo alguna "cápsula" de algo más figurativo, hay una pequeña serie de flores, el 99% de lo que hago es abstracto. Siento es lo que me gusta y es donde encuentro mucha libertad , sorpresa; ahí está lo intuitivo, lo mágico.

¿Dónde has expuesto?

Desde 2016 comencé con Muestras colectivas en Casa Palmera. Luego a principios de 2019 tuve el honor de exponer junto a Marisa Peralta en el Espacio de tu Casa de Antigüedades con "Mujeres... Universo en movimiento" y en algunas bodegas luego. Todas han sido experiencias enriquecedoras y me han dado conocer en el medio.

"Cada muestra ha sido y es el momento más importante. Representa el lugar en donde me encuentro, la dedicación y el resultado del trabajo. Me recuerda el camino recorrido y da el puntapié para el próximo paso"

¿Qué estás haciendo actualmente?

Sin dejar de lado mi tarea como arquitecta (que me lleva a otras provincias donde también puedo darme a conocer como artista), expongo durante diciembre en Rampa Visual junto a Orlando Pelichotti, Israel Raij y Fabiana Kanefsck.

¿Es posible vivir del arte en Mendoza?

Creo que es posible, aunque no sencillo. Hay muchas personas trabajando en generar espacios para que los artistas locales, con mayor o menor experiencia, podamos mostrar nuestro arte. Personalmente, me he encontrado con personas muy generosas que han aportado lo suyo para esta "posibilidad futura de vivir del arte". Además hoy con las redes sociales y la tecnología, uno puede autogestionarse y abrir espacios que ayudan a darnos a conocer dentro y fuera de Mendoza.

¿Tus proyectos futuros?

En estos tiempos tan especiales para todos, sinceramente no tengo planeado demasiado. La idea es seguir trabajando en mis obras que es lo que me hace feliz, continuar vendiéndolas en el país y aprovechar cada oportunidad para mostrarlas.