Sin roll over: por qué el ajuste más grande se hace en gastos de personal

Ayer se le dio sanción definitiva al Presupuesto 2020 sin deuda y sin reestructuración de los vencimientos. El Ejecutivo ya indicó de dónde se sacarán recursos para cumplir con los pagos.

El Presupuesto 2020 finalmente tiene sanción definitiva y como ya sabíamos no contiene los artículos que autorizan deuda y roll over. En su reemplazo el Ejecutivo incluyó el artículo en el que especifica los sectores donde se harán recortes para poder pagar los compromisos financieros de este año. El que mayor disminución tendrá se cae de maduro y es el que más gasto le significa al Estado.

Los $6.467 millones que se deben pagar por vencimientos de deuda saldrán de la reasignación de partidas que están establecidas en el proyecto original que ingresó a la Cámara de Diputados. Igualmente, y por ahora en la teoría, aún existe la posibilidad de que por lo menos unos $4.500 millones se puedan refinanciar porque se trata de deuda de la Provincia con la Anses y el Banco Nación. Eso por ahora es teoría, porque mientras Alberto Fernández da pie para poder negociar cuando son organismos nacionales, funcionarios como Martín Guzmán le cierran la puerta a esa opción.

Como no se puede trabajar sobre supuestos, en Casa de Gobierno ya decidieron dónde cortar los recursos para asegurar el pago de todos los vencimientos. En el listado que se incluyó en el artículo 80° de la Ley de Presupuesto 2020 el recorte más importante ($3.150 millones) se hizo en recursos que estaban destinados a erogaciones de personal, a los aumentos de sueldos y los incentivos para los empleados públicos.

Aunque de inmediato comenzaron las suspicacias porque se conoce el recorte en medio del inicio de las paritarias y porque en el PJ insisten en que ahora los quieren culpar de todos los males, la decisión del Ejecutivo va por el lado de la lógica y así lo reflejan los números.

El Tomo 1 del proyecto considera que durante el ejercicio 2020 habrá gastos corrientes por $196.782 millones de pesos y más de la mitad de ese dinero se destinará a los salarios de los empleados estatales.

El documento indica que $101.083 millones se destinarán a personal, lo que se traduce en el gasto más importante que tendrá el Estado durante el año, algo que no es nuevo, porque hace muchos años que la mayoría del dinero que se recauda se gasta en los empleados. Si lo llevamos a porcentajes estamos diciendo que el 51,3% del total del Presupuesto 2020 está destinado al pago de los sueldos.

El recorte que aplicó el Ejecutivo a ese ítem es de $3.150 millones, lo que equivale al 3,1% del total de los recursos que la administración de Rodolfo Suarez tenía presupuestados para erogaciones de personal.

En este tipo de situaciones, y como toda lógica lo indica, los gastos se comienzan a recortar en el lugar donde son más altos y los salarios de los estatales son por lejos las erogaciones más altas.

Con el recorte anunciado, el gasto en salarios seguirá siendo altísimo y llegaría a los $97.933 millones. Ese dinero estará destinado a pagarle los 77.601 cargos de Planta de Personal Permanente, a los 3.506 de la Planta de Personal Temporario y para poder cumplir con el pago de 416.074 horas cátedras mensuales y anuales y que se detallan en la Ley de Presupuesto.

En el Ejecutivo tienen claro que era ahí donde se debía ajustar y eso ya se vio reflejado en la primera oferta que se puso sobre la mesa en el inicio de las negociaciones paritarias. Este jueves será el SUTE el que se siente a la mesa de negociación y en el Gobierno apuntan a dejar claro los condicionamientos con los que recibió el Presupuesto 2020 y cómo eso condicionará también las opciones de aumentar de la mano con la inflación, como ocurrió en los últimos años.

La idea es no caer en las promesas imposibles de cumplir y que terminan en sueldos impagos (como en la gestión de Francisco Pérez). Seguramente, y en el contexto complicado que tiene el Ejecutivo por las limitaciones que tiene para los gastos y por la situación del petróleo y el coronavirus, no se igualará a la inflación y los estatales caerán a la realidad de los trabajadores del mundo privado que en los últimos años fueron perdiendo frente a la inflación.

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