Un restaurador todo terreno

Mario Valdivia es un restaurador mendocino muy particular. Realiza trabajos realmente diversos y quisimos compartir con nuestros lectores su dedicación y contribución.

Alejandra Cicchitti

-¿Cómo comenzó su relación con la restauración?

-Después de una importante crisis personal en cuanto a lo laboral en Mendoza, decidí "probar suerte" en San Juan. Allí conseguí un potencial cliente que requería la escultura de un dinosaurio como mascota de su empresa. Pedí entonces asesoramiento sobre la anatomía de este animal tan especial, en el "Museo e Instituto de Ciencias Naturales de la Universidad Nacional de San Juan, donde conseguí además un pequeño contrato en el área de Paleontología. Allí me involucré bastante en el tema y logré por unos años, vivir de la venta de la manufactura de distintos ejemplares, ya desvinculado del Museo.

-¿Y cómo continuó su carrera?

-Con respecto a la restauración de objetos, esculturas, lámparas y muebles antiguos, comencé a hacerlo viviendo también en San Juan. Me propusieron reparar un cartel de chapa enlozado que decía: "Prohibido galopiar en la avenida. El comisario". Fue el primer trabajo de muchos otros para un coleccionista del lugar. Después llegaron encargos para realizar restauraciones relacionadas con el arte sacro. Debo confesar que es una actividad que me produce gran satisfacción. Tuve la posibilidad de rescatar mucha imaginería religiosa, altares y mobiliario. Estos encargos eran hechos, generalmente, por comisiones cooperadoras o personas devotas.

Por otro lado, construyo también muebles de diseño propio. Aquí interviene mucho el ojo artístico de Lautaro Catriel, mi hijo. Con él estamos desarrollando un proyecto para dedicarnos de lleno a la fabricación de muebles con toque escultórico. En cuanto a mis trabajos, todos han estado y están vinculados a lo escultórico, a lo decorativo, incluso a lo publicitario con cartelería de piedra o madera tallada y fileteado "cuyano" con aires porteños.

-¿Qué tareas ha realizado en edificios?

-Las intervenciones que realizo en edificios se basan en recuperar pinturas decorativas o fantasía en paredes, trampas de ojo, falsos mármoles, etc. Esto en relación a la pintura y en relieves, dedicándome fundamentalmente a molduras y mascarones. Todos esos trabajos por lo general, son a pedido de los propietarios y otras veces de parte de algunos arquitectos. Hace poco y vinculado a esto último, junto con Lautaro participamos de un "Curso sobre Restauración de edificios patrimoniales", organizado por Patrimonio de la provincia de Mendoza. Fue enriquecedor, muy técnico y realmente necesario para quienes nos interesa y trabajamos en el tema.

"Con su hijo Lautaro realizando el mencionado Curso"

-¿De quiénes has aprendido algunas técnicas?

-Tengo un buen amigo, Philippe Boutillier, un escultor francés a quien conocí en Mendoza hace años. Trabajamos juntos en una empresa donde él era el encargado del Departamento de escultura. Durante ese tiempo pude comprobar no solo su humanismo, sino también el amor paciente, eficiente y productivo que dedicaba a su tarea. Creo que eso me marcó muchísimo, porque Philippe creía y creaba un vínculo espiritual con el material que iba a transformar. De él aprendí a tener paciencia conmigo, a fin de lograr un buen resultado con la pieza que estaba a mi cargo. Además, para no desperdiciar tiempo intentando enmendar un error con pequeños o eternos retoques, me enseñó a romper literalmente lo que estaba restaurando, si no me sentía capaz de repararlo para mejorar.

"Algunas piezas de un grupo escultórico. Homenaje a José de San Martín"

-¿Qué materiales necesita para las restauraciones?

-Los materiales para restaurar o limpiar son fáciles de conseguir cuando se trata de una restauración "comercial". Continuo utilizando cola de pescado, de conejo, en algunos casos goma arábiga y obviamente la cola vinílica, aunque también el cianocrilato y el adhesivo poliuretano. Para tratar algunos relieves, los adhesivos cambian un poco, porque pueden usarse distintos tipos de ligantes y pegamentos epoxi. El resultado en cuanto a la durabilidad puede ser el mismo, pero si el trabajo solicitado es de carácter "patrimonial", las reglar son estrictas y estos materiales no se permiten, para evitar producir lo que se denomina un "falso histórico". Para la restauración o reparación de objetos no patrimoniales podemos echar mano a materiales sintéticos más convenientes para cada caso ya sean resinas, poliuretanos, etc. incluso podemos emplear técnicas para copiar e imitar materiales.

-¿Un trabajo que le haya gustado mucho realizar?

-Mentiría si menciono un trabajo en el que más me haya gustado participar. Si diré que teniendo en cuenta las condiciones de trabajo, algunas tareas pueden ser más recordadas que otras y generalmente son las realizadas para las fiestas vendimiales. Por ejemplo, he tenido que trabajar bajo la lluvia en utilería mayor, con mucho estrés y muchas risas también.

"Emplazamiento de la escultura para la fuente de la plaza departamental de Junín"

-¿Cómo ha obtenido tantos encargos?

-La verdad es que, gracias a mis años de labor, no necesito subir publicaciones de mis producciones. Siempre tengo encargos y la manera más común es por el boca a boca. Mi página de Facebook puede ser una forma de contacto.

"Según el propio Quino, la Mafalda más grande del mundo nunca antes realizada"

-¿En qué está trabajando actualmente?

-Solo puedo decir, por pedido expreso de los dueños, que estoy dedicándome a restaurar una parte muy especial en una propiedad privada perteneciente a una familia de abolengo mendocino en el departamento de San Martín. También estoy en tratativas con un arquitecto, para restaurar una casona ubicada en Corralitos, donde actualmente existen oficinas administrativas.

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